Son varios los lugares donde se practica el ecoturismo en Oaxaca, las actividades más destacadas son las caminatas para apreciar la belleza natural, ciclismo de montaña, tirolesa, cabalgatas. El turista también puede conocer diversos aspectos de la vida cotidiana de las localidades, saborear la comida típica, hospedarse en cabañas o acampar al aire libre disfrutando de la luz de las estrellas o la luna.
El ecoturismo es una excelente forma de disfrutar de la naturaleza y al mismo tiempo contribuir a la conservación de los ecosistemas y a la sostenibilidad de las comunidades locales. A través del ecoturismo, se pueden generar fuentes de ingresos para las áreas naturales protegidas y para las comunidades que viven en ellas, lo que a su vez incentiva la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible. Además, el ecoturismo también puede ser una forma de educar a las personas sobre la importancia de cuidar nuestro medio ambiente y de promover una cultura de respeto hacia la naturaleza. El turismo ecológico también se conoce como ecoturismo o turismo sustentable.
Las actividades de turismo ecológico incluyen visitas a áreas protegidas, centros de rescate de vida silvestre, granjas orgánicas, caminatas por senderos naturales, observación de flora y fauna, visitas a parques y reservas naturales, actividades acuáticas como kayak o snorkel en aguas cristalinas, y visitas a comunidades locales para conocer sus tradiciones, costumbres y formas de vida sostenibles. También puede incluir actividades educativas sobre conservación y protección del medio ambiente.
Mapa de sitios donde se puede practicar el ecoturismo en Oaxaca.
Ecoturismo en Región Sierra Norte
Ecoturismo Banetzi: Se pueden realizar las siguientes actividades: Tirolesa con 300 metros de recorrido, recorrido de las grutas «El Alemán», mirador, recorrido a un árbol llamado en conservación de patrimonio natural. Cuenta con hospedaje en cabañas, restaurante, zona de acampar y espacio para asar carnes.
Benito Juárez: Cuenta con un mirador, recorrido a Piedra Larga, recorrido a un criadero local de truchas que además vende truchas cocinadas, recorrido a 4 cascadas de unos 7 metros de alto. Además Observación de flora y aves, cabalgata, caminata, ciclismo de montaña, tirolesa, rappel. Además servicio de hospedaje en Cabañas, hotel comunitario, zona para acampar, comedores, guías locales, entre otros.
Campamento del Monte: Actividades, caminata en senderos, recorrido guiado a una Cascada, visita a la cumbre Corral de Piedra, situado a 3,100 metros sobre el nivel del mar. Servicios de hospedaje en cabañas, salón para reuniones o eventos, restaurante, taxis, canchas de basquetbol y voleibol, zona para asar carnes o preparar alimentos, zona para acampar, regaderas.
Casa de la Montaña: Campamentos, talleres donde se muestra la elaboración de panes y queso, visita al vivero «Campamento de las Flores». Servicios, hospedaje en cabañas, lugar para acampar, médico en la zona centro de la localidad, pequeños comercios y comedores.
San Antonio Cuajimoloyas: El paisaje, los animales y plantas se pueden observar en recorridos por senderos, caminatas y ciclismo de montaña. Otras actividades son tirolesa, cabalgata, etnoturismo, talleres donde se enseña la preparación y uso de la medicina tradicional, como el baño de temazcal, las limpias y masajes, recorrido a las «Cuevas del Coyote», mirador, recorrido a una formación rocosa conocida como «Piedra Colorada».
Ecoturixtlan: Variedad de actividades como tirolesa, desafíos aéreos, rappel, escalada, ciclismo de montaña, senderismo, ciclismo, exploración de la flora y fauna, pesca, temazcal, equitación y espeleología. Recorridos de observación de aves, safaris fotográficos y exploración de diversos ecosistemas, incluyendo el enigmático Bosque de Niebla y la selva. Visitas a industrias locales como panaderías tradicionales y hornos de carbón. Las instalaciones incluyen un Salón de Capacitación Ambiental con capacidad para 250 personas, equipado con servicios de cafetería y tecnología que son ideales para llevar a cabo reuniones, talleres, congresos y convenciones. Ofrecen servicios de transporte desde Ixtlán y la ciudad de Oaxaca, previa reserva.
Lachatao: Se encuentra a una altitud de 2,100 metros sobre el nivel del mar. Conserva el encanto pintoresco que se refleja en los característicos detalles de su arquitectura. Ofrece actividades como exploración de sus bosques de pino, encino y madroño, y rutas como el «Cerro del Jaguar», «La Virgen» y la «Ex Hacienda Minera 5 Señores». Medicina tradicional, temazcal, senderismo, cabalgata, miradores, ciclismo de montaña, rappel dentro de las minas. Los visitantes pueden deleitarse con la gastronomía tradicional típica, que incluye platos como los moles «chichilo de guajolote» o serrano, acompañados de pulque fresco o tepache.
La Neveria: Es la comunidad más pequeña y joven de los Pueblos Mancomunados de la Sierra Norte de Oaxaca. Se puede disfrutar de la naturaleza en caminatas y bicicleta, existen campos agrícolas, bosques de encino y pino. Campamentos, tirolesa, turismo rural y caminatas nocturnas en el bosque, son otras de las actividades que se pueden realizar en La Nevería. Tienen 12 cabañas hechas de adobe y madera, equipadas con chimenea, sala, baños y dos de ellas con una terraza compartida. Cuentan con criadero de truchas, espacio para encender fogatas, asadores, guías locales, tours organizados, zonas de camping y una sala para reuniones o conferencias.
Latuvi: Los visitantes pueden recorrer el histórico «Camino Real», una ruta de senderismo que conecta con pueblos vecinos, mientras se admiran bosques de pino y encino, se escucha el canto del colibrí oaxaqueño, especie endémica de la región. Para relajarse, nada mejor que un temazcal tradicional con hierbas medicinales. Las cabañas rústicas, equipadas con chimeneas, y las zonas de camping bajo los árboles brindan un descanso cercano a la naturaleza. La comunidad también destaca por su producción de hongos silvestres, un recurso que protegen mediante prácticas sostenibles. Los guías locales, expertos en biodiversidad, organizan tours personalizados. Cuentan con estacionamiento.
Llano Grande: La Cascada de la Gloria roba el protagonismo. Este salto de agua de 30 metros, rodeado de oyameles y aire fresco, es ideal para una caminata refrescante. La comunidad ofrece talleres culturales, como la elaboración de pan en horno de leña o el tejido en telar, actividades que permiten conectarse con las tradiciones locales. Las cabañas, algunas con cocinas equipadas, y las áreas de camping cerca de los senderos, garantizan una estancia cómoda. Por las noches, las fogatas bajo un cielo estrellado son una excelente opción para una velada. Llano Grande también es conocido por su clima frío, perfecto para quienes buscan escapar del calor urbano.
La Cumbre Ixtepeji: La Cumbre Ixtepeji atrae a los amantes del ciclismo de montaña con su famosa «Ruta de la Cumbre», un desafío técnico entre bosques templados. Esta comunidad zapoteca, comprometida con el manejo forestal responsable, produce carbón vegetal y madera bajo estrictos criterios ecológicos. Los miradores naturales ofrecen vistas panorámicas de la Sierra Mixe, y los senderos interpretativos enseñan sobre la flora local. Para dormir, hay cabañas básicas y la opción de hospedarse en casas familiares, mientras que el camping se permite en zonas designadas. El estacionamiento cercano al centro ecoturístico y el alquiler de bicicletas hacen que la logística sea sencilla.
Llano de las Flores: Enclavado en bosques de niebla, es un paraíso para los botánicos. Sus senderos atraviesan paisajes cubiertos de orquídeas y helechos gigantes, y los talleres de agroecología enseñan técnicas ancestrales de cultivo de maíz y frijol. Por las noches, los ancianos comparten leyendas locales, una experiencia cultural única. Las cabañas familiares, con capacidad para grupos pequeños, son la opción de alojamiento, aunque no hay zonas para acampar. La comunidad, de apenas unos cientos de habitantes, celebra en septiembre la Fiesta de la Virgen de la Natividad, donde el trueque y la música tradicional son protagonistas.
Capulalpam de Méndez: Es el primer Pueblo Mágico de Oaxaca, combina aventura y bienestar. Sus tirolinas sobre el río Capulalpam y las pozas de aguas cristalinas son ideales para días activos, mientras que las consultas con curanderos locales ofrecen un acercamiento a la medicina tradicional. Las cabañas Don Juvenal, con servicios modernos, y las áreas de camping junto al río aseguran comodidad. El Cerro Pelado, un mirador natural, regala vistas al valle.
Cabañas Xhendaa: Gestionado por mujeres de la comunidad, Cabañas Xhendaa es un proyecto ecoturístico pionero en la Sierra Norte. Sus cabañas ecológicas, alimentadas con energía solar, son la base para explorar bosques de pino – encino y participar en talleres de cerámica con barro local. Por la noche, las caminatas guiadas permiten avistar tejones y venados, y el cielo despejado a 2,000 msnm convierte la observación de estrellas en un espectáculo. Aunque no hay zonas de camping, el estacionamiento vigilado y los guías especializados en astronomía hacen de este lugar una experiencia educativa y memorable.
San Pedro Nexicho: Es una comunidad mixe donde se pueden explorar cuevas sagradas, sitios ceremoniales prehispánicos. Durante la temporada de lluvias (junio-septiembre), los recorridos para recolectar hongos comestibles son una actividad imperdible. Los talleres de gastronomía, donde se preparan platillos con quelites y hierbas de la región, destacan su conexión con la tierra. El hospedaje en casas locales y el camping en áreas comunales permiten vivir de cerca la cotidianidad del pueblo, conocido también por sus textiles elaborados en telares de cintura.
Arroyo Guacamaya: Es un santuario para las guacamayas rojas, especialmente durante su temporada de anidación (marzo-julio). Las rutas en kayak por el río y los talleres de reforestación reflejan el compromiso de la comunidad con la conservación. Las cabañas rústicas con hamacas y las zonas de camping junto al agua ofrecen un descanso inmersivo en este corredor biológico. Aunque el estacionamiento es limitado, los guías expertos en aves hacen que cada visita valga la pena.
San Pablo Macuiltianguis: Famoso por su café de altura y miel orgánica, San Pablo Macuiltianguis atrae a viajeros que buscan sabores auténticos. El Festival del Café, en enero, incluye catas y recorridos por cafetales, mientras que el senderismo al Cerro del Jaguar revela petroglifos prehispánicos. Las cabañas ecoturísticas, con terrazas que miran al valle, y el camping cerca de los senderos, son opciones para pernoctar. La arquitectura tradicional, con casas de adobe y techos de teja, completa el encanto de este pueblo.
Ecoturismo en Valles Centrales
El Rincón de San Agustín Etla: Ubicado en las faldas de la Sierra de San Felipe, este paraje es un refugio para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. El Rincón de San Agustín Etla forma parte de un proyecto comunitario enfocado en la conservación de bosques y la promoción de prácticas agroecológicas. Los visitantes pueden recorrer senderos rodeados de encinos y pinos, ideales para el avistamiento de aves como el zorzal mexicano o el carpintero bellotero. Además, la comunidad organiza talleres de elaboración de composta y cultivo de hortalizas, donde se aprenden técnicas ancestrales de agricultura sostenible.
Para alojarse, existen cabañas rústicas construidas con materiales locales, equipadas con lo básico para una estadía cómoda. Aunque no hay zonas de camping, el estacionamiento es amplio y seguro. Los guías locales, muchos de ellos agricultores, ofrecen tours personalizados que incluyen visitas a huertos familiares y degustaciones de productos orgánicos como miel y quelites. Un dato curioso es que, cada noviembre, la comunidad celebra la Fiesta del Maíz, un evento que honra este cultivo sagrado con música, danzas y platillos típicos.
El Carrizal: Esta pequeña comunidad, enclavada en un valle rodeado de montañas, es un secreto bien guardado de los Valles Centrales. Destaca por sus manantiales cristalinos y sus bosques de galería, hábitat de especies como el venado cola blanca y el teporingo o conejo de los volcanes. La actividad principal aquí es el senderismo: una ruta lleva a la Cascada El Carrizal, un salto de agua de 15 metros rodeado de musgos y helechos, perfecto para un baño refrescante. Otra opción es explorar las cuevas cercanas, donde se han encontrado vestigios prehispánicos.
El alojamiento es sencillo pero auténtico, con cabañas familiares gestionadas por habitantes locales. Algunas incluyen hamacas y espacios para fogatas, mientras que el camping está permitido en áreas designadas cerca del río. El estacionamiento es limitado, por lo que se recomienda llegar temprano. Los guías comunitarios, conocedores de la flora y fauna, comparten historias sobre la relación espiritual de la comunidad con el agua, considerada un elemento sagrado. No dejes de probar el atole de maíz negro, una bebida tradicional que preparan con cacao y especias locales.
Hierve el Agua: Famoso por sus impresionantes «cascadas petrificadas», formaciones rocosas creadas por escurrimientos de agua mineral durante miles de años, Hierve el Agua es un ícono natural de Oaxaca. Aunque no es un secreto, su gestión comunal por parte de San Isidro Roaguía lo convierte en un modelo de turismo sostenible. Además de nadar en las pozas naturales con vistas al valle, los visitantes pueden caminar por senderos que bordean las formaciones calcáreas o participar en talleres sobre la importancia geológica del sitio.
Para hospedarse, hay cabañas básicas cerca del estacionamiento principal, así como áreas de camping con vistas panorámicas (se recomienda llevar tienda de campaña). La comunidad ofrece guías certificados que explican el origen de las cascadas y su relevancia cultural para los zapotecos, quienes consideran el lugar un sitio ceremonial. Un dato poco conocido es que, además de las pozas principales, existen manantiales ocultos en los alrededores, accesibles solo con guías locales. Evita visitar en temporada alta (diciembre-enero) para disfrutar de mayor tranquilidad.
Ecoturismo en la Mixteca
Cabañas y Restaurante Las Rositas: Ubicado en un entorno boscoso, este sitio ofrece cabañas rústicas con vistas a la naturaleza, ideales para relajarse y desconectar. Su restaurante es una delicia para los amantes de la gastronomía tradicional, con platillos como el mole mixteco, las tlayudas y productos locales como quesos y hierbas aromáticas. Además, los visitantes pueden disfrutar de actividades como senderismo, avistamiento de aves y fogatas nocturnas. Es un lugar perfecto para familias y viajeros que buscan una experiencia tranquila y en contacto con la naturaleza.
Las Huertas: Es un proyecto enfocado en el agroturismo y la sostenibilidad. Aquí, los visitantes pueden recorrer huertos orgánicos donde se cultivan frutas, hortalizas y hierbas medicinales. También se ofrecen talleres sobre agricultura tradicional y elaboración de composta, ideales para quienes desean aprender prácticas ecológicas. El menú del restaurante está preparado con ingredientes cosechados en el lugar, destacando ensaladas frescas y mermeladas artesanales. Las Huertas es un espacio perfecto para quienes buscan una experiencia educativa y relajante en un entorno natural.
Centro Ecoturístico Yucunuvichi: Gestionado por la comunidad local con el objetivo de preservar la cultura y el medio ambiente. Este centro ofrece cabañas ecológicas construidas con materiales tradicionales, donde los visitantes pueden hospedarse mientras disfrutan de actividades como senderismo, visitas a cascadas y bosques de pino-encino. Además, es una oportunidad para sumergirse en la cultura mixteca, participando en ceremonias ancestrales o talleres de alfarería y textiles. Contratar a un guía local es altamente recomendable, ya que enriquecerá la experiencia con historias y mitos de la región.
Santiago Apoala: Conocido como el «Pueblo de las Nubes» y considerado la cuna de la cultura mixteca. Este pueblo ofrece una combinación única de naturaleza y cultura, con atractivos como la Cascada de Apoala, ideal para nadar en sus pozas cristalinas, y el Cañón de Apoala, donde se encuentra la Cueva de la Serpiente, un sitio arqueológico con petroglifos. El turismo comunitario es una parte esencial de la experiencia, ya que el alojamiento en cabañas es gestionado por los habitantes locales. Actividades como cabalgatas, rappel y el aprendizaje sobre mitología mixteca hacen de este lugar un destino ideal para los amantes de la aventura y la cultura.
Ecoturismo en la Región Sierra Sur
El Bosque de los Duendes y las Hadas: Ubicado cerca de San Mateo Río Hondo, este mágico refugio debe su nombre a las leyendas locales sobre duendes y hadas que, según la tradición, habitan en sus bosques. Las cabañas, construidas con madera y materiales rústicos, están rodeadas de árboles centenarios y senderos ideales para caminatas diurnas o nocturnas. Los visitantes pueden participar en recorridos guiados para observar aves endémicas, como el trogón mexicano, o descubrir plantas medicinales. Encuentralos en Facebook.
El alojamiento incluye cabañas familiares con chimenea y terraza, mientras que el estacionamiento se encuentra en un área cercana al acceso principal. La cercanía a ríos y cascadas temporales invita a explorar el entorno. Los guías locales, conocedores de la cosmovisión indígena, ofrecen talleres sobre la relación entre la naturaleza y las creencias ancestrales.
Cabañas La Bendición: Enclavadas en las montañas de Miahuatlán de Porfirio Díaz, estas cabañas son un remanso de paz diseñado para el turismo regenerativo. El proyecto, gestionado por familias locales, promueve la reforestación y el cultivo orgánico de café y aguacate. Los huéspedes pueden ayudar en las labores agrícolas, recorrer senderos que conducen a miradores con vistas al Valle de Miahuatlán o refrescarse en el río que atraviesa la propiedad.
Las cabañas, equipadas con energía solar y sistemas de captación de agua, reflejan un enfoque ecológico. Para los amantes del camping, hay áreas designadas junto al bosque, y el estacionamiento es seguro y amplio. Ofrecen talleres de cocina tradicional, donde se preparan platillos típicos de la región elaborados con ingredientes cosechados de manera local.
Las Grutas, Centro Ecoturístico: En San Sebastián Coatlán, este centro ecoturístico gira en torno a un sistema de grutas poco exploradas, consideradas sagradas por los habitantes zapotecos. Las visitas guiadas permiten adentrarse en cavernas con formaciones de estalactitas y estalagmitas, mientras se escuchan historias sobre su uso ceremonial en épocas prehispánicas. Fuera de las grutas, los senderos llevan a cascadas escondidas y pozas naturales, ideales para nadar.
El alojamiento incluye cabañas con hamacas y áreas comunes para convivir. El estacionamiento está disponible cerca de la entrada, y el camping se permite en zonas alejadas de las cuevas para preservar su entorno. Los guías, miembros de la comunidad, comparten conocimientos sobre la geología del lugar y su importancia cultural. En noviembre, se celebra una ceremonia de agradecimiento a la tierra en la entrada de las grutas.
Rancho San Melchor, Centro Ecoturístico: Está ubicado en San Melchor Betaza, es un modelo de turismo agroecológico. Sus amplios terrenos albergan cultivos de maíz, frijol y maguey, además de corrales para cría responsable de borregos. Los visitantes pueden participar en actividades como la elaboración de compostas, el ordeño de animales o la preparación de queso artesanal. Para los más aventureros, hay rutas en caballo hacia cerros con vistas panorámicas de la Sierra Sur.
Las cabañas, decoradas con textiles tejidos en la región, tienen capacidad para grupos pequeños, y el estacionamiento está dentro del rancho. Los guías, muchos de ellos agricultores, enseñan sobre técnicas de siembra tradicional y la importancia del maíz en la cultura zapoteca.
Cabañas El Mogote: Gestionado por Doña Isabel, una líder comunal de Santa Catarina Roatina, este proyecto ecoturístico destaca por su enfoque en la equidad de género y la preservación de bosques. Las cabañas, ubicadas en una colina o mogote, ofrecen vistas espectaculares al amanecer y atardecer. Los senderos autoguiados conducen a manantiales y zonas de picnic. El alojamiento es sencillo pero acogedor, con opciones para familias y parejas. El estacionamiento está en la base del mogote, y desde allí se asciende a pie por un camino empedrado.
Glamping Finca Margaritas: Los visitantes pueden disfrutar de una estadía entre bosques de pino-encino, con cómodas tiendas de campaña equipadas con camas y áreas privadas. Las actividades incluyen senderismo por rutas rodeadas de cascadas, observación de aves y talleres sobre sostenibilidad. La comunidad cercana, conocida por su producción de café orgánico, invita a los viajeros a participar en recorridos para aprender sobre el proceso de cultivo y tostado. Además, el sitio cuenta con estacionamiento y áreas comunes para relajarse frente a fogatas.
Finca La Gloria: Finca agroecológica cerca de San José del Pacífico, el ecoturismo se combina con la agricultura sostenible. Los huéspedes se alojan en cabañas rústicas construidas con materiales locales y pueden unirse a tours guiados para explorar senderos que atraviesan bosques nubosos y ríos cristalinos. La comunidad destaca por su enfoque en la permacultura, ofreciendo talleres sobre cultivo de hongos y plantas medicinales. El lugar también dispone de zonas para acampar y estacionamiento, ideal para quienes buscan desconexión y aprendizaje práctico.
Ecotel Finca El Refugio: Se ubica cera de Huatulco, es un espacio dedicado a la conservación de flora y fauna. Sus habitaciones ecológicas y cabañas están integradas armónicamente en el entorno, permitiendo avistar especies como iguanas y aves tropicales. Las actividades incluyen paseos en kayak por manglares, snorkel en playas vírgenes y visitas a proyectos de reforestación local. La comunidad cercana, Cabo Blanco, es famosa por su gastronomía costeña y su tradición pesquera. El sitio ofrece estacionamiento seguro y guías expertos en ecología marina.
Rancho El Sagrado: Se ubica cerca de Hierve el Agua, combina espiritualidad y naturaleza. Este espacio privado cuenta con cabañas minimalistas y zonas de camping bajo un cielo estrellado. Las experiencias van desde baños de temazcal hasta caminatas guiadas a sitios arqueológicos poco explorados. La comunidad local, de herencia zapoteca, comparte su conocimiento sobre herbolaria y textiles tradicionales en talleres interactivos. El rancho también tiene estacionamiento y promueve el turismo comunitario, vinculando a los visitantes con proyectos artesanales de la región.
Ecoturismo en la Región de la Costa
Lagarto Real Ventanilla: Ubicado en la costa de San Pedro Mixtepec, la comunidad se ha dedicado a proteger los manglares y la vida silvestre, especialmente los cocodrilos. Los visitantes pueden recorrer los canales en lancha, observando aves como garzas y espátulas, mientras aprenden sobre los esfuerzos de reforestación. La zona cuenta con cabañas rústicas y palafitos para hospedaje, así como áreas para camping. Los guías locales, muchos de ellos pescadores, comparten historias sobre la importancia ecológica del ecosistema y ofrecen talleres de elaboración de artesanías con materiales naturales.
Escobilla: Famosa por ser santuario de tortugas golfinas, es un espectáculo natural durante los meses de anidación masiva. La comunidad, organizada en cooperativas, gestiona tours nocturnos para presenciar este fenómeno, siempre con estrictos protocolos para no alterar a las tortugas. Además de esta experiencia única, hay caminatas por playas vírgenes y voluntariados en programas de conservación. Aunque el alojamiento formal es limitado, algunos pobladores ofrecen hospedaje básico en cabañas cercanas, y existen zonas designadas para estacionamiento. La gastronomía local, basada en mariscos y productos de la milpa, complementa la visita.
Yiimtti: Es una comunidad zapoteca enclavada en la Sierra Sur, el ecoturismo se vive a través de la conexión con tradiciones ancestrales. Los recorridos incluyen senderismo por bosques de encino, visitas a antiguos telares manuales y participación en ceremonias guiadas por ancianos de la comunidad. Las cabañas familiares, construidas con adobe y techos de palma, permiten una inmersión auténtica. Destacan los talleres de cocina con ingredientes locales, como el mole negro y el chocolate artesanal. Aunque es un destino menos explorado, la organización comunitaria garantiza servicios como estacionamiento y guías bilingües, enfatizando el respeto a su cosmovisión.
Laguna de Manialtepec: Cerca de Puerto Escondido, es un paraíso para los amantes de la biodiversidad. En sus aguas, famosas por la bioluminiscencia en temporada de lluvias, se practican kayak, paddleboarding y paseos en bote al atardecer para avistar aves migratorias. La comunidad circundante, integrada por pescadores y cooperativas ecoturísticas, ofrece cabañas con vista a la laguna y áreas para acampar. Los guías explican la relación entre los manglares, las especies acuáticas y la importancia de su preservación. Por las noches, es común disfrutar de platillos tradicionales, como tichindas y tamales de chepil, bajo un cielo lleno de estrellas.
Ecoturismo en Oaxaca: Sustentable
En la Región del Istmo existen zonas naturales que son populares entre el turismo local, sin embargo no se practica un turismo sustentable en ellas.
El ecoturismo en Oaxaca ha crecido en los últimos años. Sin embargo, no está exento de desafíos. El potencial de impacto humano en la vida silvestre y el medio ambiente, aunque sea mínimo, puede tener efectos adversos a largo plazo. Para reducir el impacto negativo, el ecoturismo debe realizarse de manera responsable y ética, asegurando que el entorno natural esté realmente protegido y preservado para las generaciones futuras.
Estos destinos, gestionados por manos locales, reflejan cómo el ecoturismo en Oaxaca no solo protege los ecosistemas, sino que también fortalece identidades y economías comunitarias, invitando a viajar con propósito y conciencia.