José Vasconcelos Calderón (Oaxaca, 27 de febrero de 1882 – Ciudad de México, 30 de junio de 1959) fue un prominente educador, escritor, abogado y político mexicano. Su influencia en el ámbito educativo y cultural de México en el siglo XX fue determinante, y su legado persiste en la actualidad.
Infancia y Educación
Nació el 28 de febrero de 1882 en Oaxaca, México. Fue el penúltimo de nueve hijos nacidos del matrimonio entre Carmen Calderón Conde e Ignacio Vasconcelos Varela. Un aspecto muy importante en su desarrollo personal fue haber cursado su educación primaria en instituciones situadas cerca de la frontera con Estados Unidos.
Completó sus estudios de preparatoria en la Ciudad de México y luego se matriculó en la Escuela Nacional de Jurisprudencia para cursar Derecho, obteniendo su título en 1907.
Vida Política y de Funcionario Público
En 1908, José Vasconcelos, se sumó al levantamiento revolucionario liderado por Francisco I. Madero en oposición al régimen de Porfirio Díaz. En 1909, tomó la presidencia del Ateneo de México y, en 1910, se involucró activamente en la Revolución. Más tarde apoyó a Venustiano Carranza contra Victoriano Huerta. Durante un breve lapso, desde el 7 de diciembre de 1914 hasta el 15 de enero de 1915, lideró la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Tras la declaración del Plan de Agua Prieta, asumió el rectorado de la Universidad Nacional desde el 9 de junio de 1920 hasta el 12 de octubre de 1921. Posteriormente, el presidente provisional, Adolfo de la Huerta, lo nombró al frente del Departamento Universitario y de Bellas Artes. Desde esa posición, Vasconcelos definió las características del escudo y el lema que la UNAM mantiene hasta hoy: «Por mi raza hablará el espíritu».
Con la visión de «rescatar a los niños, educar a los jóvenes, redimir a los indígenas, iluminar a la sociedad y promover una cultura que eleve a todos y no solo a una élite», el 22 de octubre de 1920, como rector, Vasconcelos propuso ante la Cámara de Diputados la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP). A raíz de su propuesta, en 1921, bajo el mandato del presidente Álvaro Obregón, se estableció la SEP en México.
Al ser nombrado Secretario de Educación, Vasconcelos la estructuró en tres divisiones: Escolar, Bellas Artes y Bibliotecas, y Archivos. Promovió la educación para todos, fundó bibliotecas y organizó la primera feria del libro en el Palacio de Minería. Promovió el muralismo mexicano, apoyando a artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Lanzó un extenso programa editorial, publicando clásicos de la literatura mundial, la revista «El Maestro» y el periódico semanal «La Antorcha».
Con el objetivo de consolidar la identidad cultural del país, fundó escuelas rurales, incluyendo las Casas del Pueblo. Estas instituciones eran centros comunitarios que no solo buscaban alfabetizar, sino también enseñar habilidades diversas y fomentar el desarrollo social y productivo. Bajo su dirección, se formaron educadores locales para las «cruzadas contra la ignorancia», que más tarde se conocerían como Misiones Culturales, instauradas en 1923.
Tras la ratificación de los Tratados de Bucareli en 1923 y condenar el homicidio del senador Fidel Jurado, decidió renunciar a la Secretaría. Se postuló para gobernar Oaxaca, pero no tuvo éxito, lo que lo llevó al exilio. En noviembre de 1928, regresó a México con aspiraciones presidenciales. Sin embargo, su llamado a un alzamiento armado resultó en su detención. Tras su liberación, se exilió en París, donde relanzó «La Antorcha».
A su retorno a México, dirigió la Biblioteca Nacional durante el mandato de Manuel Ávila Camacho (1940-1946).
Filosofía y Escritura
Además de su labor administrativa, Vasconcelos fue un prolífico escritor y filósofo. Es mejor conocido por su concepto de «La Raza Cósmica», en el que esbozó una visión utópica de una síntesis de razas y culturas, en la que eventualmente surgiría una nueva civilización a partir de la mezcla de las razas existentes. Su obra «La Raza Cósmica» (1925) es un ensayo que refleja estas ideas.
En sus memorias, tituladas «Ulises Criollo», «La Tormenta», «El Desastre» y «El Proconsulado», Vasconcelos detalla su vida, sus experiencias y sus reflexiones sobre la historia y la política de México.
Legado de José Vasconcelos
José Vasconcelos es a menudo recordado como el «Apóstol de la educación», dada su profunda influencia en la educación y la cultura mexicana y latinoamericana. Aunque algunas de sus ideas han sido objeto de crítica y debate, su impacto en la promoción de la educación, la cultura y la identidad nacional en México es innegable.
José Vasconcelos incursionó en la literatura de ficción con creaciones en distintos géneros. Sus «Divagaciones literarias» (1919) resaltan en crítica literaria, «Prometeo vencedor» (1916) en el ámbito del drama, «La sonata mágica» (1933) en relatos, y «Cartas políticas» (1959), una obra política que complementa su escritura autobiográfica fue publicada póstumamente por el Fondo de Cultura Económica, entidad que posee los derechos de sus Obras Completas.
Además, dirigió la Revista Continental Timón, que contó con la colaboración de figuras como Dr. Atl y Andrés Henestrosa, y circuló desde febrero hasta junio de 1940. Esta revista reflejó una admiración por la ideología y la política de la Alemania nazi en un momento en que varios intelectuales se sintieron atraídos por el fascismo.
En reconocimiento a la relevancia histórica de José Vasconcelos, el presidente Vicente Fox (2000-2006) impulsó la creación de la Biblioteca José Vasconcelos, que, tras algunas demoras, fue inaugurada el 1.° de diciembre de 2008. La Biblioteca “José Vasconcelos” es administrada por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y se localiza en la calle del Rosario número 108, Fraccionamiento Trinidad de las Huertas, de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Abre sus puertas al público en general en un horario de 8:00 a 15:00 horas y de 16:00 a 20:00 horas.
Últimos Años y Muerte
Después de retirarse de la vida política activa, José Vasconcelos continuó escribiendo y dando conferencias.
Fue miembro fundador de El Colegio Nacional desde el 15 de mayo de 1943. Recibió la Orden de Isabel la Católica por parte del Gobierno de España en 1950. Doctor honoris causa por las universidades de Chile, Puerto Rico, El Salvador y Guatemala, así como por la UNAM.
Falleció el 30 de junio de 1959 en la Ciudad de México.
Aunque esta es una breve descripción de la vida y obra de José Vasconcelos, es importante reconocer que su influencia es extensa y su legado sigue siendo relevante en el contexto cultural y educativo de México y América Latina.