La Virgen de Juquila es una devoción mariana que forma parte fundamental de la cultura e identidad del pueblo en el estado de Oaxaca. Se trata de una imagen sagrada de la Virgen María, tallada en madera de 30 cm de alto, se encuentra en Santa Catarina Juquila, en la región de la Costa de Oaxaca.
Dentro la la institución Católica la conocen como Nuestra Señora la Inmaculada Virgen de Juquila, los devotos la suelen llamar solo «Juquilita». Los devotos aseguran que tiene poderes curativos. Se dice que la Virgen de Juquila ha realizado numerosos milagros, sanando enfermedades, protegiendo a los viajeros y concediendo bendiciones a quienes se lo piden con fe. Su influencia ha trascendido fronteras, durante cada año poco más de setecientos mil peregrinos se dan cita en el santuario que se ha construido para albergar a la Virgen.
Simbolos que integran la imagen de la Virgen de Juquila
La Virgen de Juquila es de tez morena, sus manos están unidas sobre su pecho, su vista está ligeramente inclinada. Tiene una cabellera larga, desde su coronación porta dos grandes trenzas similar a las que llevan las mujeres indígenas.
Está vestida con una túnica de colores azul y blanco, que simbolizan lo eterno y la pureza respectivamente. El vestido de la Virgen de Juquila está confeccionado en tela Tisú de plata y bordados en hilo de oro. El manto tiene incrustadas perlas naturales de mar y perlas cultivadas de agua dulce, contiene varios símbolos, una paloma de paz, un bastón de mando por ser una santa patrona y principal autoridad. Los anagramas de María y José y el de Jesucristo, evocan a la Sagrada Familia.
Su corona integra diversos símbolos, como el maíz y flores de la región, lleva unos ángeles cuyas alas son las hojas de las mazorcas. Se incluyeron pasajes bíblicos en miniatura como la Visitación, el Nacimiento de Jesús, la huida a Egipto y las Bodas de Caná. Tiene incrustaciones de rubí y esmeralda, el rubí representa la fidelidad y entrega hacia Dios.
Aparecen los elementos de la «mujer vestida de sol» mencionada en el libro del Apocalipsis, la luna bajo sus pies y las 12 estrellas en su cabeza, estos elementos se combinan para formar una poderosa imagen simbólica de la Iglesia y de la madre de Jesús, enfrentándose a la persecución y el sufrimiento, pero finalmente triunfando por la gracia y el poder de Dios. En la Virgen de Juquila el halo con las doce simboliza a los doce apóstoles y las doce tribus de Israel.
Se incluyen los escudos del Papa Francisco y del Arzobispo como referencia histórica de la Coronación Pontificia. Aparecen los tres arcángeles. Gabriel, el mensajero de buenas noticias, Rafael, el buen compañero y guía de camino y Miguel, quien venció y arrojó al demonio. El mundo se presenta rodeado por una sepiente, que es la representación del demonio en la fe Católica. El mundo, a los pies de la Virgen de Juquila, simboliza el triunfo del bien sobre el mal.
La base está tallada en madera y evoca las raíces vivas. La cultura de Oaxaca está simbolizada en las grecas, el lucero, la vegetación, palmas y hojas de acanto. Las azucenas y rosas rojas simbolizan la honestidad y sacrificio.
Historia de la Virgen de Juquila
Según cuenta Erasmo Guzmán Ventura, en su libro: “Juquila, memorias de mi pueblo.” editado por Conaculta, un fraile dominico llamado Jordán llegó a la Región procedente de España hacia 1552, consigo trajo una figura tallada en madera de la Virgen María, conocida como la Inmaculada Concepción, de tez blanca.
Mientras cumplía con su ministerio en la Región, Fray Jordán tuvo como ayudante a un joven indígena chatino originario de Amialtepec, a quien instruyó en la fe Católica. El fray decidió obsequiarle la imagen al joven indígena como muestra de su gratitud, tiempo después el joven la instaló en una humilde capilla en su pueblo natal.
Fray Jordán falleció en febrero de 1592. Para ese entonces la imagen de la Virgen ya se había convertido en objeto de veneración y culto entre los habitantes de Amialtepec y poblados aledaños, se le atribuían numerosos milagros y aseguraban que cumplía peticiones.
Su fama siguió creciendo, y en 1633 hubo un incendio forestal que dañó el pueblo, el incendio alcanzó la capilla donde se encontraba la imagen de la Virgen, se dice que todo el lugar fue reducido a cenizas, sin embargo, la Virgen solo tuvo daños menores pero su rostro se tornó en color oscuro debido a las llamas, desde entonces quedó con la tez morena como la piel de los pobladores chatinos.
Con el paso del tiempo, la imagen adquirió gran devoción popular por parte de los pobladores y peregrinos que acudían a venerarla por sus atribuyendole poderes milagrosos de sanación y protección. La devoción a la Virgen de Juquila comenzó a crecer y a propagarse a otras partes de Oaxaca y de México.
En 1719, la imagen de la Virgen fue trasladada a Santa Catarina Juquila, donde se le construyó un santuario. Desde entonces, el Santuario de Juquila se ha convertido en uno de los principales destinos de peregrinación en México.
La Virgen de Juquila fue coronada canónicamente el 8 de octubre de 1959, reconocimiento que refrenda la devoción popular hacia esta advocación mariana.
El 13 de febrero de 2014, el Papa Francisco concedió la coronación pontificia a la Virgen de Juquila, lo que reforzó su importancia para el catolicismo. Tras el anuncio, el Arzobispo de la Diócesis de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, hizo un llamado a los devotos para que donaran objetos de oro como pulseras, cadenas, dijes y aretes, para fundirlos y crear la corona que finalmente se colocaría sobre la imagen de la Virgen.
Santuario de Juquila
Hoy en día, el santuario de la Virgen de Juquila es un importante centro de peregrinación. Los feligreses acuden, especialmente, en el mes de diciembre para presentar sus ofrendas y muestras de devoción ante esta representación mariana. Los peregrinajes masivos a su santuario refuerzan la identidad colectiva y los lazos comunitarios. Los fieles suelen llamarla «Juquilita».
El santuario de Juquila alberga una tienda administrada por la iglesia y un espacio para que los peregrinos sean bendecidos con agua bendita. Dispone de un hospedaje para peregrinos que ofrece habitaciones individuales, lo cual contribuye a mantener asequibles los costos para aquellos visitantes que lo requieren. Además, el lugar cuenta con facilidad de acceso para personas en silla de ruedas.
Su festividad se celebra el 8 de diciembre, coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada Concepción de María. La veneración hacia la virgen representa la fusión entre la religión católica traída por los españoles y las tradiciones indígenas previas a la conquista.
La Virgen de Juquila ha inspirado diversas manifestaciones artísticas y culturales, representa un punto de encuentro multicultural y es un símbolo de orgullo oaxaqueño.
Oraciónes a la Virgen de Juquila
Oración para el Trabajo
Virgen de Juquila, intercesora en todo problema difícil, consígueme un trabajo en el que me realice como humano, y que a mi familia no le falte lo suficiente en ningún aspecto de la vida. Que lo conserve a pesar de las circunstancias y personas adversas. Que en él progrese, mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerzas. Y que día a día trate de ser útil a cuantos me rodean. Asocio tu intersección a la Sagrada familia, de la cuál eres pariente y prometo difundir tu devoción como expresión de mi gratitud a tus favores.
Amén.
Oración para los Casos Dificiles
Madre Querida, Virgen de Juquila, Virgen de nuestra esperanza, Tuya es nuestra vida, cuídanos de todo mal. Si en este mundo de injusticias, de miseria y pecado ves que nuestra vida se turba, no nos abandones. Madre Querida, protege a los peregrinos, acompañamos por todos los caminos, vela por los pobres sin sustento y el pan que se les quita retribúyeselos. Acompáñanos en toda nuestra vida y libéranos de todo tipo de pecado. Amén.
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Doy gracias a la Virgen de Juquila, por los favores recibidos. Rece los 9 días esta oración y publíquela al noveno día, nueve Ave Marías durante nueve días. Pida tres deseos. Uno de negocios, dos imposibles. Al noveno día publique esta oración y se cumplicará aunque no lo crea
Amén.